Tú irás…
Irás conmigo,
Y bajo la esmeralda de los almendros altos…
Te beberás la sombra de los atardeceres
En la ternura inmensa que te darán mis labios…
Y así como en un éxtasis
De arrobamientos diáfanos…
Se detendrá la vida pendiente
A nuestro paso, reventarán capullos
Y trinarán los pájaros…
Y tú y yo… seremos…
Bajo el ramaje fresco
De los almendros altos…
Dos ávidos amantes
En la quietud del campo.
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